A la subcontratación de personal se le conoce también como “tercerización”. Por sus ventajas, como la consecución de mayor eficiencia y rentabilidad para las empresas, esta práctica se ha vuelto cada vez más habitual a nivel mundial y toda empresa debería tomarla en consideración a manera de perfeccionar procesos y reducir gastos.

Por su naturaleza, existen procesos de los que una compañía externa especializada podría hacerse cargo y con ello generar un beneficio a la empresa que la contrate, liberando de tareas a su personal y optimizando recursos. Es responsabilidad de toda compañía saber en qué momento y de qué forma implementar la tercerización.

Cuatro claves que confirman una necesidad de tercerización

  • Optimización de recursos financieros. Si por algo es positiva y cada vez más popular esta práctica es precisamente por la facultad que tiene para lograr la mayor rentabilidad de una compañía. Si una empresa busca tener sus recursos en el status óptimo, esta práctica le será de gran ayuda.
  • Reducir cargas administrativas. Es muy probable que una compañía dedicada al marketing, no tenga una noción muy clara de cómo administrar una nómina. O una empresa de textiles, quizá no esté tan al pendiente de cómo manejar sus asuntos legales. Y he aquí donde esta característica sale a relucir. Mientras una empresa puede seguir siendo excelente en su industria, puede delegar el trabajo secundario (que tan importante como el primario, pero no parte de lo que genera sus recursos), a expertos en el tema. De esa manera no solo optimiza gastos, sino que se vuelve menos propensa a errores.
  • Talento variable acorde a la época. Dependiendo de la industria, hay empresas con temporadas altas y bajas. Dicha situación hace que las necesidades en materia de personal se vean impactada acorde a la temporada. Con la tercerización la situación se ve solventada, favoreciendo los empleos temporales.
  • Ampliación de departamentos. Conforme una empresa va creciendo, la cantidad de departamentos necesarios para que siga funcionando seguramente también crecerá. Comenzarán a surgir necesidades en materia administrativa, mercadológica, legal e incluso en la expansión de las líneas de negocios. Cuando esto sucede, es tiempo importante para pensar en tercerización.
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