El talento humano es uno de los activos más valiosos con los que puede contar cualquier empresa. Tener empleados de calidad, que a través de sus capacidades brinden beneficios a tu compañía, es algo que debe ser valorado de sobremanera, principalmente si se busca la trascendencia empresarial en el mediano y largo plazo.

Por la misma razón, contar con buen capital humano no es suficiente, si no se es capaz de retenerlo. Es por eso que es tan importante saber manejarlo, de manera de que se quede en la organización aportando su talento todo el tiempo que la empresa lo requiera.

Existen ocho claves para retener el capital humano de una empresa

  • Buen ambiente laboral. Atrás quedó el tiempo donde el empleado, temeroso de su futuro, se acostumbraba a los ambientes laborales tóxicos. El presente dicta que un empleado que no se encuentra a gusto en su espacio laboral, buscará la manera de migrar lo antes posible. El buen ambiente en una empresa es vital para que cualquier empleado considere su permanencia en el mediano y largo plazo.
  • Cultura horizontal. Si bien las jerarquías siguen existiendo en las organizaciones, e incluso son necesarias, el empleado cada vez tiene una necesidad más penetrante de ser escuchado y considerado activamente en la toma de decisiones. La cultura horizontal en una empresa es de gran ayuda a la hora de intentar mantener el capital humano por mucho tiempo, pues permite que éste se sienta valioso y considerado.
  • Cuidado del empleado. El buen trato del capital humano es un tema muy importante a la hora de buscar asegurar su continuidad. Los jefes autoritarios, el estrés incesante y las cargas laborales irracionales son capaces de mitigar el ánimo de cualquier elemento. Un empleado que no se sienta cuidado por la compañía, no tendrá una intención real de hacer carrera en la misma.
  • Incentivos. Cierto es, que el capital humano recibe un salario por su desempeño. No obstante, un desempeño extraordinario, merece retribuciones extraordinarias. Incentivar al empleado con elementos ajenos a lo preestablecido en términos económicos, es una gran manera de mantener al talento humano no solo interesado en seguir siendo parte de una empresa, sino motivado permanentemente a dar lo mejor de sí.
  • Oportunidades de crecimiento. Como parte de la realización profesional, las oportunidades reales de crecimiento de una empresa son puntos de inflexión a la hora de intentar retener a un buen empleado. Será mínima la cantidad de buenos empleados que podrán permitirse un largo plazo carente de crecimiento; la mayoría, optara por probar suerte en otro lado.
  • Sentido de pertenencia. Una empresa que no promueve su propia cultura entre los empleados, tenderá a la rotación de personal excesiva. Tener al empleado empapado de la empresa y hacerlo sentir parte de ella suele ser infravalorado, pero al final es ampliamente necesario para la retención del capital humano.
  • 7. Flexibilidad. El empleado no es una máquina. Tiene necesidades, obligaciones y gustos. Aplicar un reglamento a rajatabla no es la manera prudente de hacer sentir cómodo al capital humano. Si el empleado cumple con su labor, e incluso como forma de incentivo, merecerá cierta flexibilidad cuando sea necesario ejercerla.
  • 8. Confianza. Por último, pero como uno de los puntos más importantes, se encuentra la confianza. Un empleado que se siente inseguro en su ambiente laboral y que no ha sido capaz de desarrollar confianza porque la empresa no le brinda las garantías para que la tenga, no podrá garantizar su estadía a largo plazo. Establecer una buena relación con el capital humano, es el pilar más importante en cualquier relación laboral permitiendo el desarrollo y continuidad para el crecimiento de toda compañía.
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